UBS adquirió Credit Suisse por 3.000 millones de francos (pagando 76 céntimos por acción (CHF 0,76)) en un acuerdo supervisado por los reguladores del gobierno suizo y con la cooperación de JP Morgan y Morgan Stanley. Además, el gobierno ha asegurado que pondrá a disposición los recursos necesarios para mantener la capacidad operativa tanto de los bancos como del sector bancario suizo en su conjunto. Sin embargo, la atención de los inversores se centra en otra cosa.
Como parte del acuerdo, los actuales accionistas de CS recibirán 1 acción de UBS a cambio de 22,48 acciones de Credit Suisse. Esta es una gran pérdida para los accionistas, pero peor para los tenedores de bonos AT1, un tipo de bono desarrollado a raíz de la crisis financiera mundial de 2008. Como parte del trato, se tomó la decisión de amortizar más de 17.000 millones en bonos AT1, lo que no agradó a los inversionistas y provocó el pánico en el sector bancario. Los bonos AT1 son una forma de deuda que cuenta para el capital reglamentario de los bancos, ayuda a cumplir con los requisitos de capital requeridos por la Ley y finalmente se convierte en acciones si un banco no cumple con los requisitos anteriores.
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De acuerdo con la estructura de capital, los bonistas se sitúan por encima de los accionistas ante posibles problemas de la empresa en cuestión. En este caso, las cosas resultaron de otra manera. La interrupción del orden existente ha sacudido el mercado e intensificado el pánico en el sector bancario. Fuente: Credit Suisse
La decisión de eliminar los bonos AT1 provocó el pánico en el mercado de deuda asiático, una escala similar de liquidación ahora se está trasladando a Europa. Fuente: Bloomberg
Las acciones de los bancos europeos se están desplomando al comienzo de la sesión de negociación. Fuente: xStation 5
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