¿Podrán los robots conducir por nosotros en el futuro? ¿Serán capaces de realizar cirugías con un alto nivel de precisión? ¿Los teléfonos móviles, automóviles o electrodomésticos se volverán cada vez más avanzados? ¿La inteligencia artificial podría ayudarnos en nuestra vida cotidiana? Todas estas premisas podrían contribuir a mejorar nuestro futuro, pero para que se conviertan en realidad, se requerirán grandes dosis de energía, un requisito fundamental que ni los combustibles fósiles, debido a restricciones políticas y medioambientales, ni las energías renovables, por su baja eficiencia, pueden satisfacer.
Para resolver este dilema, un nuevo tipo de energía está ganando popularidad entre las empresas: la energía nuclear. En los últimos meses, grandes compañías como Google, Amazon y Microsoft han firmado acuerdos con distintas plantas nucleares para utilizar este tipo de energía en el suministro de sus centros de datos, infraestructuras clave para el desarrollo de la inteligencia artificial. Además, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), este año podría alcanzarse un récord mundial de producción eléctrica a partir de energía nuclear, superando los 2.800 TWh y representando cerca del 10 % de la producción eléctrica global.
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Hazte Cliente Cuenta de Formación Descarga la app móvil Descarga la app móvilDetrás de esta fuente energética, encontramos una materia prima cuya demanda está aumentando debido al protagonismo creciente de los centros de datos y las soluciones de inteligencia artificial: el uranio. Este recurso, esencial para la generación de energía nuclear, ha visto un fuerte repunte en su precio durante los últimos cinco años, tras un largo período de estabilidad, llegando a superar los 100 dólares a principios de 2024. Desde entonces, sin embargo, el precio de esta materia prima ha experimentado una caída, aunque sigue mostrando un gran potencial de interés para los inversores, dada su función clave en diversas industrias de vanguardia. Pero, ¿cómo podemos invertir en uranio? ¿Y qué podemos esperar de él

2025, un mal comienzo para el precio del uranio
Desde comienzos de 2024, cuando superó los 100 dólares, el precio del uranio ha caído en torno a un tercio. Además, en lo que va de 2025, no ha revertido esta tendencia y ha caído aproximadamente un 11% en estos primeros meses. Entre las razones que explican esta caída, se pueden destacar tres factores.
Por un lado, el debilitamiento de la demanda. Deepseek, una de las principales empresas tecnológicas, anunció que dejaría de usar el modelo de inteligencia artificial más reciente para entrenar modelos de IA. Hace poco más de un año, el uranio vivía un auge, ya que más países reabrían sus reactores nucleares y se esperaba un aumento de la demanda eléctrica asociado al desarrollo de la inteligencia artificial y los centros de datos.
Otro factor que ha acelerado la caída de precios en los últimos meses es el aumento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y Canadá, uno de los principales productores mundiales de combustible nuclear. Estados Unidos es el mayor consumidor mundial de uranio, con 94 reactores nucleares que suministran energía a decenas de millones de hogares y oficinas, pero la mayor parte de este material se importa. De hecho, la energía nuclear estadounidense depende de Canadá para más de una cuarta parte de su uranio, más que de cualquier otro proveedor. Trump inicialmente había propuesto un arancel del 25% sobre el uranio canadiense y otros productos energéticos, aunque luego redujo esa cifra al 10%, pero esta medida sigue generando incertidumbre en el mercado, lo que presiona los precios a la baja.
Además, hay conversaciones sobre un posible alto al fuego en la guerra de Rusia contra Ucrania, lo que podría derivar en el levantamiento de sanciones sobre la producción rusa de uranio y, por tanto, en un aumento de la oferta, lo que reduciría aún más el precio del uranio.
El apagón en España deja algunas lecciones
El lunes 28 de abril, España y Portugal, junto con una parte menor de Francia, sufrieron el primer gran apagón de la era renovable. Más de 50 millones de personas se quedaron sin electricidad y el suministro no se restableció durante varias horas.
¿Fue un ciberataque? ¿Una ráfaga repentina de energía solar en un día soleado? Para muchos, lo sucedido aún parece poco claro. Sin embargo, aprender a prevenir este tipo de eventos, o al menos minimizar su impacto, será crucial a medida que la demanda eléctrica global se dispare y las energías renovables se integren más en la matriz energética.
España y Portugal operan sus redes con una generación fuertemente basada en la meteorología, representando más del 75% del suministro. Muchos de los antiguos generadores de respaldo (nucleares, de carbón o hidroeléctricos), claves para garantizar una red estable, estaban fuera de servicio. Esto podría repetirse en otros países, dado que la mayoría adopta la energía solar y eólica, aunque no con la misma intensidad.
Las redes dominadas por solar y eólica no son malas por sí mismas, pero suelen ser más frágiles que las tradicionales. Claro que tienen una ventaja: no contaminan. Sin embargo, los responsables políticos deben asegurar que haya respaldo firme en el sistema. Eso probablemente implique más plantas a gas como respaldo y mantener operativas las instalaciones nucleares.
El creciente aumento en la demanda eléctrica requiere una mejor red, y si insistimos en usar energía eólica y solar en altos niveles, también necesitaremos una red diferente, lo que implica grandes inversiones de tiempo y dinero. Pero hay una vía para ahorrar: la energía nuclear.
Las centrales nucleares pueden operar fuera de la red, instalarse donde realmente se necesita energía y ocupar un espacio mínimo. Aunque el apagón en España volvió a poner el debate nuclear en primer plano, fue el rumor de que la Casa Blanca consideraba acelerar el desarrollo de reactores nucleares lo que impulsó al alza el precio de las acciones del sector.
Creemos que hay una significativa brecha energética en el mundo, que podría intensificarse hacia finales de la década. A medida que los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial avancen, consumiendo energía en centros de datos, es posible que la red eléctrica no pueda cubrir la demanda futura.
Por todo ello, creemos que la energía nuclear es la única tecnología limpia capaz de ofrecer una producción estable a gran escala.

Las centrales nucleares funcionan fuera de la red, pueden ubicarse donde realmente se necesita la energía y requieren un espacio mínimo. Aunque el apagón reciente en España volvió a poner la energía nuclear en el centro del debate energético, fueron los rumores provenientes de la Casa Blanca sobre una posible aceleración en el desarrollo de reactores nucleares los que impulsaron el alza de las acciones del sector.
Creemos que existe una importante brecha energética en el mundo, que podría intensificarse hacia finales de la década. A medida que los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial ganan terreno y consumen energía en los centros de datos, existe la posibilidad de que la red eléctrica no logre satisfacer la demanda en los próximos años.
Por ello, creemos que la energía nuclear es realmente la única tecnología limpia capaz de ofrecer una producción estable y a gran escala.
¿Cómo invertir en uranio?
A diferencia de otras materias primas, como el oro o la plata, es imposible invertir en uranio físico debido a su naturaleza radiactiva. Sin embargo, existen otras opciones para invertir en este metal: acciones de empresas del sector y fondos cotizados (ETFs).
Acciones de empresas de uranio
Dentro del mercado, podemos identificar varias empresas relacionadas con el uranio en las que se puede invertir. Estas son algunas de las más destacadas:
Cameco
Una de las compañías más reconocidas en el mercado del uranio es Cameco. La empresa canadiense destaca por su sólida capacidad de producción de uranio y su cuota de mercado. Los contratos estratégicos de Cameco para vender 220 millones de libras de uranio a 41 clientes globales, con un fuerte enfoque en los mercados occidentales, refuerzan su potencial alcista. Los sólidos resultados financieros de la compañía, incluyendo un incremento significativo del EBITDA y un balance sólido, destacan su buena salud financiera y sus perspectivas de crecimiento. A pesar de los riesgos geopolíticos y regulatorios, el liderazgo de Cameco en la producción de uranio y el prometedor panorama para la energía nuclear respaldan las perspectivas de crecimiento de la empresa.
Nuscale
Nuscale es otra alternativa atractiva. Tras un sobresaliente 2024, en el que sus acciones subieron 5.5x, su desempeño en 2025 ha sido inferior no solo al sector nuclear, sino también al S&P 500 en lo que va del año. Las principales razones de esta caída incluyen la incertidumbre en torno a la alta demanda de energía previamente proyectada desde los centros de datos y un aumento significativo en las pérdidas en 2024. No obstante, creemos que existe un potencial de recuperación importante en 2025.
Oklo
Entre las empresas con mayor potencial del sector, podríamos considerar Oklo. Se trata de una compañía en fase de desarrollo centrada en el diseño, autorización e implementación de “plantas de energía”, un concepto de pequeño reactor nuclear que la empresa ha desarrollado. Como compañía en etapa temprana, actualmente está invirtiendo en gastos administrativos generales y en I+D, aunque aún no cuenta con productos comercializables. Aun así, el precio de sus acciones ha experimentado un fuerte repunte en los últimos días tras el anuncio de la Casa Blanca en apoyo al sector de reactores nucleares.
ETFs de uranio
Más allá de la inversión directa en acciones, también podemos invertir en uranio de una manera más diversificada mediante la compra de ETFs que replican el comportamiento de empresas del sector.
Uranium (URNU.DE)
Esta alternativa ofrece a los inversores acceso a una amplia gama de compañías involucradas en la minería de uranio y la producción de componentes nucleares, incluyendo aquellas que participan en la extracción, refinado, exploración y fabricación de equipos para la industria del uranio y nuclear. Desde comienzos del año, su rendimiento ha caído un 4,77%.
Uranium and Nuclear Technology (NUKL.DE)
Ofrece exposición al desempeño de empresas involucradas en la industria de la energía nuclear, desde fabricantes de reactores hasta mineras de uranio. Desde comienzos del año, su rendimiento ha caído un 11,47%.
Uranium miners (U3O8.DE)
Este ETF de uranio busca ofrecer a los inversores una forma de participar en el crecimiento de la energía nuclear mediante exposición a empresas mineras de uranio. Incluye compañías involucradas en la industria del uranio, que abarcan actividades de minería, exploración, desarrollo y producción. El fondo también puede invertir en entidades que posean uranio físico. Desde comienzos del año, ha caído un 24%.
Junior Uranium miners (U8NJ.DE)
Ofrece exposición a empresas mineras de uranio de pequeña y mediana capitalización que presentan potencial de superar el rendimiento del mercado en el corto plazo. Desde el 1 de enero, el precio de sus acciones ha caído un 20%.
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