La lista de materias primas que no se importarán de Rusia, publicada por el gobierno estadounidense, no incluye el uranio, al menos por el momento. Sin embargo, según información del presidente estadounidense, la Casa Blanca considerará imponer sanciones a Rosatom, que representa alrededor del 35% del uranio enriquecido del mundo y suministra combustible a los reactores nucleares europeos. Rosatom también coopera con Irán. Irán desarrolla su programa nuclear desde hace varios años, mientras que EE.UU. quiere controlar este proceso. La administración Biden se encuentra actualmente en la etapa de consulta con expertos nucleares. Otros movimientos podrían tener un impacto clave en la industria y los productores de uranio.
En 2020, casi el 17 % del uranio importado a EE. UU. provino de Rusia, y casi la mitad del combustible nuclear en los reactores de EE. UU. fue importado de aliados rusos, principalmente Kazajistán. El uranio enriquecido es esencial para el funcionamiento de los reactores nucleares, cuyas reservas de combustible se reponen aproximadamente cada año y medio, por lo que los proveedores de energía suelen comprar uranio con mucha antelación. Esto da la esperanza de un funcionamiento ininterrumpido de las plantas de energía nuclear de EE. UU. al menos en un futuro próximo.
Una prohibición de las importaciones de uranio ruso podría traer beneficios significativos a las empresas mineras como Uranium Energy Corp (UEC.US), Cameco (CCJ.US) y Energy Fuels (UUUU.US). No es de extrañar entonces que recientemente la organización de productores de uranio de EE. UU. 'Productores de uranio de América' haya pedido a Biden que imponga un embargo a los productos básicos rusos con protestas simultáneas de la industria nuclear de EE. UU. El problema radica en el hecho de que el uranio extraído en Rusia y países vecinos como Kazajstán es el más barato y no hay competencia de precios por él.
Al mismo tiempo, los depósitos de uranio estadounidenses no se explotan lo suficiente. La reacción de Kazatomprom (KAZ.UK) de Kazajstán, el mayor productor mundial de uranio, aún es incierta, aunque se especula que los rusos pueden presionar a la empresa y limitar las exportaciones a 'Occidente'.
La presión para reanudar y acelerar la producción 'interna' de uranio es ahora evidente en EE.UU. Varias empresas ya han indicado que están dispuestas a reanudar la minería en Wyoming y Texas siempre que reciban contratos a largo plazo. El Instituto Nacional de Energía (NEI) expresó su apoyo al desarrollo de la industria del uranio de EE.UU.
Las empresas de energía de EE. UU. están firmando acuerdos de suministro de combustible con una red de empresas y países de todo el mundo para reducir el riesgo de posibles interrupciones", dijo Nima Ashkeboussi, directora de seguridad de combustible y radiación de NEI.
Las recientes turbulencias en el mercado del uranio tuvieron un impacto positivo en los precios de las acciones de los productores de uranio occidentales, como Uranium Energy Corp y Energy Fuels, que esperan recibir el apoyo del gobierno para reanudar las operaciones a gran escala en los EE. UU.
Las acciones de Uranium Energy Corp (UEC.US) subieron más del 120% desde que comenzó el ataque ruso a Ucrania. Ayer los compradores lograron mantener el precio por encima del soporte local en $4,45, lo que coincide con un retroceso de Fibonacci del 23,6% de la ola alcista lanzada a principios de 2020. Actualmente el precio se dirige hacia la resistencia en $5,75 donde se ubican los máximos de noviembre de 2021. Fuente: xStation5
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