Resumen:
- La renta variable de los EE.UU. se disparó a medida que disminuía la preocupación por el potencial despido de Powell
- Los negociadores de EE.UU. visitarán China a principios de enero
- Los beneficios del fabricante chino cayeron por primera vez desde finales de 2015
Los estados de ánimo en los mercados bursátiles mundiales son sorprendentemente optimistas en medio de las escasas operaciones de las fiestas. Los índices estadounidenses subieron ayer, con el S&P 500 (US500) y el Dow Jones (US30) sumando casi un 5% y el Nasdaq (US100) subiendo hasta un 5,84%. Cabe señalar que fue la mayor subida de un día en el mercado de valores de EE.UU. desde 2009. Uno puede nombrar dos razones potenciales detrás del aumento de la actividad de los toros. El primero son las palabras del principal asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett. Hassett dijo que el presidente estadounidense Donald Trump ni siquiera tratará de despedir al presidente de la Reserva Federal Powell y que está cien por ciento seguro de ello. Como segunda razón, se puede citar el informe que dice que el equipo de negociadores de EE.UU. viajará a Pekín en la semana que comienza el 7 de enero para celebrar una ronda de conversaciones comerciales con funcionarios chinos. Si bien este último ofrece alivio, pero no detalles, la primera razón mencionada anteriormente parece ser la clave para el repunte de ayer. En la última subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, Donald Trump criticó la medida, lo que una vez más suscitó la preocupación de que la paciencia del Presidente con respecto al banquero central se esté agotando.
La última caída en el mercado de valores de los EE.UU. se salió de control. El US500 incluso entró en un territorio de mercado bajista por un momento (operando más de un 20% por debajo del ATH). Sin embargo, a medida que las palabras del asesor de la Casa Blanca impulsaban los ánimos, la renta variable estadounidense experimentó el mayor repunte de un día en casi una década. Fuente: xStation5
Volviendo al tema de las guerras comerciales, hay que añadir que además de programar una reunión entre los equipos negociadores, los Estados Unidos también acordaron retrasar el aumento de los aranceles sobre los 200.000 millones de dólares de los productos chinos. A pesar de estas noticias optimistas, las acciones chinas fueron una de las pocas de la región de Asia y el Pacífico que no lograron recuperarse durante la sesión asiática de hoy. Sin embargo, la caída de los mercados bursátiles chinos no se produjo de forma inesperada. Según la Oficina Nacional de Estadística de China, los beneficios de las empresas industriales chinas cayeron un 1,8% interanual en noviembre. Se trata del primer descenso desde finales de 2015 y pone claramente de manifiesto el impacto de la desaceleración económica y de las guerras comerciales en la economía china. Un acuerdo comercial sólido con los Estados Unidos puede ser crucial para estimular el ánimo de los inversores. Los datos decepcionantes de la economía china ejercieron cierta presión sobre las monedas de las Antípodas y, a su vez, el AUD y el NZD se encuentran entre las monedas del G10 con peores resultados en la actualidad.
El Hang Seng (CHNComp) se desplomó hoy cuando la caída de los beneficios de los fabricantes chinos asustó a los inversores. A medida que se hace evidente el impacto negativo de la desaceleración económica, China necesita un acuerdo comercial con los Estados Unidos para al menos intentar mantener el ritmo actual de crecimiento. Fuente: xStation5
Por último, pero no por ello menos importante, recordemos que el cierre del gobierno de los Estados Unidos sigue en marcha. El Presidente Trump no se echó atrás en su promesa del muro fronterizo de México y aseguró ayer que no lo hará. Durante una sesión informativa con informes el miércoles, Donald Trump dijo que Estados Unidos tendrá el muro y que no cederá en el cierre parcial del gobierno a menos que se aseguren los fondos para la seguridad fronteriza. Trump, sin embargo, se negó a comentar si aceptará una financiación de 2.100 millones de dólares propuesta recientemente por el vicepresidente Mike Pence a los demócratas.
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