Los metales preciosos se mantuvieron bien a principios de este año, pero si bien a menudo se les considera activos refugio, hoy no ha sido el caso. El oro ha bajado un 2,4%, el platino un 4,9% y la plata un impresionante 6% a medida que los índices de renta variable se hunden en el abismo. La razón es que los inversores apalancados que dependían de fondos baratos se ven obligados a abandonar el mercado que lucha por obtener efectivo. Los metales preciosos experimentaron un fuerte posicionamiento de los especuladores netos y, si bien estos activos pueden funcionar bien en medio de la desaceleración global a más largo plazo, esta reducción del posicionamiento perjudica a los precios con fuerza (los inversores pueden dar las gracias a los bancos centrales por inflar los precios de los activos a través de los recortes de tipos). La plata ve su línea de soporte en $ 16.50, pero honestamente todos estos apoyos se vuelven irrelevantes cuando los precios caen.
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