Este es el dicho que ha marcado a los mercados financieros hasta 2022, en una clara alusión a que el poder de estímulo del banco central de EEUU es tan grande que por muy mal que se pongan las cosas a nivel económico siempre encuentran la forma de solucionar el problema. Eso no quiere decir que no existan momentos muy complicados para el inversor, porque claro que los hay, como por ejemplo lo ocurrido en el año 2008. “Sin embargo, cuando la FED saca toda la artillería, baja los tipos al cero por ciento y lanza programas de compra de deuda facilitando la implementación de ayudas fiscales, al final suele conseguir su objetivo. Y lo mismo podríamos decir de la mayoría de los bancos centrales de las principales economías desarrolladas”, asegura Pablo Gil, estratega jefe de XTB para España y Latinoamérica.
Y continúa: “Lo curioso es que ahora los bancos centrales ya no son nuestros amigos, sino esas instituciones que nos están encareciendo el coste del dinero al ritmo más rápido de las últimas décadas y que, además, han decidido dejar de renovar parte de la deuda que compraron durante los últimos diez años. Pese al cambio de rumbo que han tomado, el inversor no termina de creerse el mensaje que nos mandan desde hace meses. Un mensaje que habla de una desaceleración económica profunda, o incluso de una recesión, ya que los efectos adversos de la retirada de estímulo todavía no se han filtrado a la economía”.
Si miramos las curvas de tipos lo que vemos es que el mercado trabaja con la idea de que parte de las subidas de tasas de interés que se están haciendo ahora se revertirán en la segunda parte de 2023, a pesar de que el mensaje de los bancos centrales vaya en sentido contrario. “Por otro lado, el inversor no parece preocupado por una desaceleración económica o incluso por una recesión, siempre y cuando dure poco y no sea profunda. Los termómetros de estrés, como son el nivel de volatilidad y los diferenciales de crédito vuelven a cotizar muy cerca de zonas de complacencia”, asegura Pablo Gil.
Además, para el estratega jefe de XTB, “cualquier dato se lee ahora bajo el prisma positivo, como por ejemplo el abandono de la política COVID Cero por parte de China, que genera un optimismo enorme a medio y largo plazo”. “Pero nadie pone en precio que la economía sufrirá durante unos meses por el aumento descontrolado de contagios, tal y como pasó en Europa y EEUU al volver a la normalidad, o que un mayor crecimiento del país que figura como mayor importador de materia prima del mundo, podría complicar la lucha contra la inflación”, cuenta Gil.
De un modo u otro, lo cierto es que Jerome Powell y Christine Lagarde necesitan recuperar su credibilidad “tras dos años errando en sus estimaciones, porque si no lo hacen perderán su capacidad de control sobre los mercados financieros, y aunque solo se habla del mandato de la inflación y de la tasa de desempleo, lo cierto es que desde hace años sabemos que la estabilidad financiera es un objetivo tácito de cualquier banco central”, augura Pablo Gil.
En este sentido, las próximas reuniones de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo serán cruciales, porque si se mantiene el mensaje duro y las subidas de tasas de interés preanunciadas durante el último trimestre, significará que, pese a la evidente mejora de las presiones inflacionistas, los bancos centrales quieren asegurarse de que la inflación retorna lo antes posible al 2%. “Si por el contrario optan por subir menos, y rebajan el techo previsto para este ciclo de tensionamiento monetario, darán alas a los inversores que cada vez están más convencidos de que lo peor ha quedado atrás”, dice Pablo Gil.
Puedes leer el artículo completo de Pablo Gil, publicado en Expansión, aquí.
Este material es una comunicación publicitaria tal y como se entiende en el artículo 24.3 de la Directiva 2014/65/UE (MiFID II). La presente comunicación publicitaria no es una recomendación de inversión o información que recomiende o sugiera una estrategia de inversión en el sentido del Reglamento (EU) Nº 596/2014 sobre el abuso de mercado y el Reglamento Delegado (EU) 2016/958 por el que se completa el Reglamento (EU) nº 596/2014, ni se incluye en el ámbito del asesoramiento en materia de inversión recogido en la Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión (artículo 125.1 g). La presente comunicación publicitaria se ha preparado con la mayor diligencia, transparencia y objetividad posible, presentando los hechos conocidos por el autor en el momento de su creación y está exento de cualquier elemento de análisis. Esta comunicación publicitaria se ha preparado sin tener en cuenta las necesidades del cliente ni su situación financiera individual, y no representa ninguna estrategia de inversión ni recomendación. En caso de que la comunicación publicitaria contenga información sobre el rendimiento o comportamiento del instrumento financiero al que se refiere, esto no constituye ninguna garantía o previsión de resultados futuros. El rendimiento pasado no es necesariamente indicativo de resultados futuros y cualquier persona que actúe sobre esta información lo hace bajo su propio riesgo. Los CFDs son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. El 76% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la negociación de CFDs con este proveedor. Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFDs y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero.