¿Qué es la inversión pasiva y cuáles son sus ventajas?

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Imagen de un hombre con una calculadora en un artículo sobre qué es la inversión pasiva

La inversión pasiva es una estrategia que replica el rendimiento de un índice o mercado concreto y que se basa en comprar y mantener activos durante largos periodos de tiempo. En este artículo, te explicamos cómo funciona.

La inversión pasiva es una de las estrategias financieras más típicas entre los inversores que quieren construir riqueza de forma continuada y con visión a largo plazo. Se trata de un enfoque sencillo y de bajo coste, ya que ofrece unos rendimientos alineados con los mercados sin que haya que hacer un seguimiento constante. En este artículo, te explicamos qué es la inversión pasiva y cómo comenzar a implementarla.

¿Qué es la inversión pasiva? Conceptos básicos

La inversión pasiva es una estrategia que replica el rendimiento de un índice o mercado concreto en lugar de intentar superarlo y que se basa en comprar y mantener activos durante largos periodos de tiempo. Este tipo de inversión se caracteriza por no exigir hacer operaciones de manera frecuente y presenta las siguientes particularidades: 

  • Su objetivo es igualar el rendimiento de un índice, como el S&P 500 o el IBEX 35.
  • Es una inversión de bajo coste gracias a la reducción de comisiones y los gastos operativos.
  • Su horizonte es a largo plazo, lo que es ideal para quienes quieren resultados consistentes a lo largo de los años.
  • Es sencillo, puesto que conlleva menos análisis y ajustes constantes que la gestión activa.
  • En esencia, la inversión pasiva prioriza la eficiencia y la paciencia, lo que la convierte en una opción muy atractiva tanto para principiantes como para inversores experimentados.
Imagen de un móvil con un gráfico bursátil en un artículo sobre qué es la inversión pasiva
 

Ejemplos de inversión pasiva: fondos indexados y más

Cuando se habla de inversión pasiva, los ejemplos más comunes son los fondos indexados y los ETFs (fondos cotizados en bolsa). Estas herramientas permiten diversificar carteras y copiar el comportamiento de un mercado o sector específico.

En ese sentido, algunos de los principales activos con los que trabajar la inversión pasiva son:

  • Fondos indexados. Replican índices bursátiles como el MSCI World, el S&P 500 o el Euro Stoxx 50. Además, son ideales para una diversificación global de bajo coste.
  • ETFs (Exchange-Traded Funds). Los ya citados ETFs son fondos que cotizan en bolsa y que replican índices o sectores concretos. Por eso, ofrecen gran flexibilidad, ya que dan la posibilidad de comprar y vender en tiempo real.
  • Planes de pensiones indexados. Son planes diseñados para replicar el rendimiento de un índice a largo plazo, lo cual optimiza los beneficios fiscales.
  • Robo-advisors. Son plataformas automatizadas que gestionan carteras de inversión pasiva basadas en algoritmos. Seleccionan y reequilibran automáticamente fondos indexados y ETFs en función del perfil de riesgo y los objetivos del inversor. 
  • Fondos de ciclo de vida (Target Date Funds). Se ajustan automáticamente a una fecha objetivo, como la jubilación. Comienzan con una mayor exposición a activos de más riesgo (acciones) y se vuelven más conservadores (bonos) con el tiempo.
  • Bonos indexados (Index-linked Bonds). Son activos que siguen el rendimiento de un índice, como la inflación o una cesta de bonos corporativos. Aunque son menos comunes que los fondos indexados o ETFs, los bonos resultan muy interesantes para diversificar.
  • Inversión inmobiliaria pasiva con REITs (Real Estate Investment Trusts). Los REITs son fondos cotizados que invierten en bienes raíces generadores de ingresos, como oficinas, centros comerciales o residencias. Dan la posibilidad de diversificar en el mercado inmobiliario sin tener que gestionar directamente propiedades.

Cualquiera de estos productos son ejemplos prácticos de cómo aplicar la inversión pasiva. De hecho, reflejan lo mucho que facilitan a los inversores el acceso a mercados globales con mínimos esfuerzos y con una visión temporal amplia.

Fondos de inversión pasiva: ventajas y características

Dentro de las estrategias de inversión pasiva, uno de los activos con mayor protagonismo son los fondos de inversión pasiva, un tipo de producto ideado para replicar el comportamiento de un índice que y que resulta especialmente atractivo para los inversores que anteponen la eficiencia y la estabilidad. Este tipo de fondos ofrecen ventajas tanto en costes como en eficiencia, entre las que destacan: 

  • Costes reducidos. No exigen la participación activa de gestores que intenten superar el mercado. Además, tienen menos comisiones en comparación con los fondos de gestión activa.
  • Transparencia. El inversor sabe exactamente qué activos componen su fondo de gestión pasiva.
  • Diversificación. Ya de por sí, invertir en un solo fondo proporciona exposición a cientos o miles de empresas. Por lo tanto, ofrece una gran diversificación
  • Simplicidad. Los fondos de inversión pasiva son idóneos para aquellos que no tienen tiempo o los conocimientos suficientes para analizar el mercado.
Imagen de monedas en un artículo sobre qué es la inversión pasiva
 

¿Cómo funciona la inversión pasiva? Estrategias y consejos

Al igual que ocurre con otros tipos de inversiones, a la hora de implementar una estrategia de inversión pasiva es importante tener en cuenta una serie de pasos que nos ayudarán a maximizar nuestros beneficios y reducir los potenciales riesgos. 

  • Definir el objetivo de inversión. Es decir, primero hay que establecer unas metas claras a largo plazo.
  • Elegir el producto adecuado. Nuestro consejo es escoger fondos indexados o ETFs que estén adaptados a cada perfil de riesgo.
  • Prioriza fondos con bajas comisiones. Las comisiones pueden erosionar los rendimientos a lo largo del tiempo. Por eso, elige siempre productos de inversión pasiva con costes operativos bajos.
  • Diversificar. Ya que la inversión pasiva da la oportunidad, es buena idea no concentrar todos los activos en un único sector o región.
  • Revisa tus objetivos cada cierto tiempo. Aunque la inversión pasiva es a largo plazo, tus circunstancias personales pueden cambiar. Por lo tanto, comprueba que tu estrategia sigue alineada con tus metas financieras.

Más allá de este paso a paso, existen ciertos consejos que también pueden resultar muy útiles de cara a desarrollar con éxito esta estrategia: 

  • Automatiza tus aportaciones. Hacer inversiones periódicas te ayuda a aprovechar el promedio del coste monetario.
  • Evita el market timing. Tratar de predecir el mercado no siempre es lo más eficaz y, además, suele ser más caro. 
  • Equilibra tu cartera periódicamente. Haz ajustes cada cierto tiempo para mantener la asignación deseada de activos.
  • Aprovecha los beneficios fiscales. Consulta las ventajas fiscales asociadas a productos como los planes de pensiones indexados, que además de ser pasivos, pueden optimizar tu carga tributaria.
  • Aprende educación financiera. Aunque la inversión pasiva es fácil, comprender conceptos básicos sobre mercados y productos financieros te ayudará a tomar mejores decisiones.
  • Sé paciente y constante. Los mercados pueden ser volátiles a corto plazo, pero mantener la calma y continuar con aportaciones periódicas es fundamental para obtener buenos resultados.

Diferencias entre inversión pasiva e inversión activa

A la hora de desarrollar una estrategia de inversión pasiva, también resulta importante entender las diferencias entre la gestión activa y pasiva, ya que son dos tácticas de inversión opuestas y muy distintas. 

Tabla con las diferencias de inversión pasiva y activa
 

Tanto la inversión activa como la pasiva tienen su lugar en el mundo de las inversiones. No obstante, la inversión pasiva resulta más adecuada para aquellos que priorizan la estabilidad y sencillez de sus operaciones y tienen menor tolerancia al riesgo. De hecho, con este tipo de inversión los inversores se benefician del mercado a largo plazo, con menores costes y un mínimo esfuerzo en comparación con aquellos que apuestan por una gestión activa, quienes, por el contrario, pueden obtener mayores potenciales beneficios.  

Aun así, e independientemente de cuál sea el enfoque por el que se apueste, a la hora de invertir resultará clave tener claros cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar a nivel financiero, así como cuál es el riesgo que se está dispuesto a asumir en cada una de nuestras operaciones. Tener conocimientos financieros y conocer las características de cada uno de los productos que hay en el mercado también será de ayuda de cara a elegir la estrategia que mejor se ajuste a nuestras necesidades y construir nuestra cartera de inversión de la manera más adecuada posible.

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