¿Qué son los bonos convertibles y cómo funcionan?

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Imagen de fichas en las que se puede leer Bond en un artículo sobre qué son los bonos convertibles

Los bonos convertibles son instrumentos de deuda que emiten las empresas y que pueden llegar a convertirse en acciones, en un momento determinado y bajo unas condiciones pactadas previamente. En este artículo, te contamos cómo funcionan.

Los bonos convertibles son instrumentos financieros que combinan las características de la deuda y el capital y que han ido ganando popularidad gracias a su flexibilidad y potencial de rentabilidad, especialmente en entornos de volatilidad moderada. En este artículo, te contamos qué son exactamente, cómo funcionan y cuáles son sus ventajas y desventajas. 

¿Qué son los bonos convertibles? 

Los bonos convertibles son un instrumento de deuda que emiten las empresas y que cuentan con la particularidad de poder convertirse en acciones de las compañías emisoras, en un momento determinado y bajo unas condiciones pactadas previamente. Estos títulos ofrecen a sus tenedores la posibilidad de pasar de ser acreedores de la compañía a accionistas, adquiriendo así el derecho de obtener dividendos y de asistir a las juntas de accionistas de la empresa. 

Los bonos convertibles abonan un interés periódico, ya sea fijo o variable, desde su fecha de emisión hasta el momento en el que el inversor decide canjearlos por acciones. Este interés se define previamente, al igual que la fecha de vencimiento y las fechas de canje en las que los títulos podrán transformarse en acciones de nueva emisión, y, por norma general, suele ser más bajo que el que ofrecen los bonos tradicionales, lo que implica que su rentabilidad es también más reducida. No obstante, dado que pueden convertirse en acciones, estos títulos pueden acabar repercutiendo en sustanciosos beneficios, siempre y cuando la evolución de la empresa dentro del mercado bursátil sea favorable. 

Imagen de billetes en un artículo sobre qué son los bonos convertibles
 

Tipos de bonos convertibles

Aunque los bonos convertibles son, por sí mismo, una alternativa a los bonos tradicionales, dentro de estos instrumentos podemos encontrar tres tipos distintos: 

  • Bonos convertibles clásicos: son aquellos que otorgan el derecho de conversión en acciones al titular del bono. En estos casos, el emisor del bono emite una oferta en las fechas de canje indicadas previamente para que el inversor la valore y la acepte, si coincide con sus intereses, o no. En caso de no querer convertir el bono, el inversor se quedará con él hasta la próxima fecha de canje o hasta su fecha de vencimiento.
  • Bonos forzosamente convertibles: son aquellos en los que el emisor del bono elige cuándo serán convertidos en acciones. En estos casos, el inversor no tiene derecho de conversión, y deberá asumir el canje incluso cuando las condiciones no sean las que espera.
  • Bonos convertibles contingentes: también conocidos como CoCos, estos bonos nacieron en el 2008, a raíz de la gran crisis financiera que experimentaron los bancos. Se caracterizan por poder forzar la conversión en acciones si la entidad emisora lo ve necesario. 

¿Cómo funcionan los bonos convertibles? 

Los bonos convertibles son activos a medio camino entre la renta fija y la renta variable, por lo que su comportamiento está ligado tanto a la evolución de los tipos de interés como al rendimiento de la acción subyacente en la que acabaría convirtiéndose. Estos títulos, considerados como instrumentos financieros convertibles, tienen un mecanismo particular, ya que en un primer momento actúan como un título de deuda, mientras que, si se convierten, pasan a actuar como acciones. 

1. Periodo de deuda 

En esta primera etapa, el bono actúa como un bono corporativo tradicional, lo que implica que: 

  • El inversor presta dinero a la empresa. 
  • Recibe pagos de interés periódicos (cupones). 
  • Al vencimiento, puede recuperar el capital invertido, salvo que ejerza la conversión. 

2. Conversión en acciones 

Cuando llega la fecha de canje y los inversores deciden transformar sus títulos en acciones, el bono se transforma, pasando de ser un instrumento de renta fija a un instrumento de renta variable. Esto implica que los inversores estarán sujetos a las fluctuaciones de la cotización de la empresa, lo que puede traer tanto riesgos como beneficios: así, la compañía tiene un comportamiento positivo, los inversores podrán beneficiarse del incremento del precio de sus títulos; por el contrario, si el comportamiento es negativo, verán cómo el precio se reduce.

A la hora de convertir sus bonos en acciones, es importante tener en cuenta el ratio de conversión, es decir, el número de acciones que se recibirán por el bono, y el precio de conversión. Además, hay que tener presente que las fechas de canje de los bonos convertibles clásicos están predefinidas, por lo que solo podremos efectuar la conversión en momentos concretos, y que, en el caso de los bonos forzosamente convertibles, esta conversión solo podrá efectuarse cuando el emisor así lo decida.

Imagen de billetes en un artículo sobre qué son los bonos convertibles
 

Bonos convertibles en acciones: ¿qué pasa cuando se ejecuta la conversión? 

El caso es que cuando se ejecuta la conversión, el bono deja de existir como tal, ya que se transforma en acciones ordinarias de la empresa emisora. Este intercambio tiene implicaciones tanto para el inversor como para la compañía: 

Para el inversor: 

  • Este se convierte en accionista. 
  • Puede aprovechar dividendos futuros. 
  • Participa en la revalorización bursátil. 

Para la empresa: 

  • Reduce su deuda. 
  • Aumenta el capital social. 
  • Puede mejorar su perfil crediticio. 

Por este proceso, los bonos convertibles son considerados instrumentos híbridos, lo que los hace una alternativa estratégica dentro de una cartera diversificada. 

 Ventajas y desventajas de los bonos convertibles 

Como todo producto financiero, los bonos convertibles tienen ventajas y desventajas que deben analizarse antes de adquirirlos

Ventajas 

Si nos fijamos en los beneficios, estos instrumentos destacan por

  • Potencial alcista. Si la acción subyacente sube, el inversor se beneficia con la conversión. 
  • Cobertura frente a caídas. En mercados bajistas, el bono convertible se comporta como uno tradicional. O sea, protege el capital. 
  • Menor volatilidad. Sobre todo, respecto a la renta variable pura. 
  • Interés garantizado. Eso siempre y cuando no se ejerza la conversión. 
  • Diversificación. Combina características de deuda y capital. 
  • Acceso a empresas en crecimiento. Muchas compañías emergentes utilizan bonos convertibles como vía de financiación. 
  • Mejor fiscalidad (según país). En algunas jurisdicciones, los intereses pueden tener un tratamiento fiscal más favorable que los dividendos. 

Desventajas 

Por el contrario, las principales desventajas de estos títulos pueden resumirse en: 

  • Rentabilidad inicial inferior frente a los bonos corporativos tradicionales. 
  • Dilución accionarial. Si muchos bonistas convierten, se diluye la participación de los accionistas existentes. 
  • Complejidad en la valoración. Su análisis exige conocer modelos mixtos de deuda y capital. 
  • Riesgo de emisor. Al tratarse de deuda corporativa, existe el riesgo de impago. 
  • Riesgo de conversión desfavorable. Si las acciones no suben lo esperado, la conversión puede no ser rentable. 
  • Liquidez limitada. Algunos bonos convertibles se pueden negociar en mercados extrabursátiles. 

A la hora de analizar los bonos convertibles y su posible adecuación a nuestra cartera de inversión, deberán tenerse en cuenta también cuáles son nuestros objetivos y cuál es nuestro nivel de tolerancia al riesgo, manteniendo presente en todo momento que estos títulos presentan más riesgos que los bonos tradicionales. 

Imagen de un ordenador con una plataforma bursátil en un artículo sobre qué son los bonos convertibles
 

Ejemplos de bonos convertibles en el mercado 

A lo largo de la historia, multitud de empresas han emitido bonos convertibles con el propósito de obtener financiación de manera flexible. De hecho, este tipo de bonos se posicionan como una alternativa de interés para las compañías, que pueden financiar su crecimiento con un coste más reducido que con otras alternativas y sin diluir la estructura de su capital. En este sentido, algunas compañías destacadas que han emitido bonos convertibles son: 

  • Tesla: la compañía emitió bonos convertibles en varias ocasiones, como en 2017, cuando colocó 1.500 millones de dólares en bonos convertibles con vencimiento a 5 años. En este caso, la empresa de Elon Musk permitió la conversión en acciones si el precio alcanzaba ciertos niveles. 
  • Cellnex Telecom: en 2023, la compañía emitió bonos convertibles por valor de 1.000 millones de euros con vencimiento en 2030, con el propósito de financiar adquisiciones y ayudar a la conversión en acciones ordinarias si los títulos alcanzan un determinado precio. Tras anunciar la operación, las acciones de Cellnex llegaron a liderar las ganancias del Ibex 35. 
  • Airbus: el famoso fabricante también ha acudido al mercado de obligaciones convertibles para financiar inversiones sin diluir demasiado su balance. Lo ha hecho con emisiones estructuradas para grandes inversores institucionales. Sin ir más lejos, en 2017 colocó más de 1.400 millones de euros en dos emisiones privadas a 10 y 30 años.  

¿Dónde comprar bonos convertibles? 

Los bonos convertibles se adquieren en plataformas de inversión y entidades financieras. No obstante, muchos de estos títulos se negocian en mercados extrabursátiles (OTC), por lo que no siempre están disponibles para todos los inversores minoristas. 

Los bonos convertibles pueden ser un instrumento interesante para los inversores que buscan equilibrar riesgo y rentabilidad, ya que combinan ingresos fijos y la posibilidad de participar en beneficios bursátiles. Analizar las condiciones de conversión, el perfil del emisor y el entorno de mercado será clave a la hora de invertir en ellos de forma eficiente.

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FAQ

Los bonos convertibles son un instrumento de deuda que emiten las empresas y pueden llegar a convertirse en acciones, en un momento determinado y bajo unas condiciones pactadas previamente.

Sí, los bonos convertibles abonan un interés, ya sea fijo o variable, desde su fecha de emisión hasta el momento en el que el inversor decide canjearlos por acciones.

Los bonos convertibles pueden ser de tres tipos:

  • Bonos convertibles clásicos: son aquellos que otorgan el derecho de conversión en acciones al titular del bono. En estos casos, el emisor del bono emite una oferta en las fechas de canje indicadas previamente para que el inversor la valore y la acepte, si coincide con sus intereses, o no. En caso de no querer convertir el bono, el inversor se quedará con él hasta la próxima fecha de canje o hasta su fecha de vencimiento.
  • Bonos forzosamente convertibles: son aquellos en los que el emisor del bono elige cuándo serán convertidos en acciones. En estos casos, el inversor no tiene derecho de conversión, y deberá asumir el canje incluso cuando las condiciones no sean las que espera.
  • Bonos convertibles contingentes: también conocidos como CoCos, se caracterizan por poder forzar la conversión en acciones si la entidad emisora lo ve necesario. 

Los bonos convertibles pasan por dos fases concretas: el periodo de deuda, en el que actúa com un bono corporativo tradicional, y el momento de conversión en acciones, en el que pasan de ser un instrumento de renta fija a un instrumento de renta variable, estando, por tanto, sujetos a las fluctuaciones de la cotización de la empresa emisora.

Los bonos convertibles pueden adquirirse en plataformas de inversión y entidades financieras. No obstante, muchos de estos títulos se negocian en mercados extrabursátiles.

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